Era verano.
Nuestro buen Alberto nos ofreció una potrilla pottoka.
Pero la madre de ella se negó a la separación,
de modo que se vinieron a vivir,
juntas,
a casa.
"La Serrana" era tan madre, tan digna, tan sabia...
que empezamos a llamarla "Regina Mundi".
Su hija, que ahora tiene dos años,
pura armonía y dulzura,
nos recordó a "Aguas de Marzo",
ese regalo de Elis Regina y Antonio Carlos (Tom) Jobim que,
para algunos críticos,
constituye la mejor canción ligera de todos los tiempos.
"É o pau, é a pedra, é a fim do caminho,..."
anticipa el fin del verano austral que nosotros queremos ir vislumbrando ya,
a un mes vista.
"Aguas de Marzo" y "Regina Mundi".
¡Quién fuera caballo, en un mundo sin espuelas!
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