lunes, 23 de abril de 2018

Llegó.


No fue domingo ni festivo.
Tampoco coincidió con el día mundial de nada.
Ignoró toda convocatoria. De unos ni de otros.
Y cuando el despiste mental nos lo permitió, miramos y allí estaba.
Explotó en mil pétalos, briznas y zumbidos.
Desparramó todos los brillos y colores,...
Y se irá.
Quizás un martes a medio día.
Sin decir tampoco nada, como los hombres buenos.
Y no será noticia.