martes, 22 de octubre de 2013

Gracias a un verano que se queda


Un verano intenso nos cubrió, por fin, la quesería subterránea, y nos llenó los almacenes del regalo de una miel esencial, y decoró los rincones del Rincón. Y se fue. Cumpliendo su misión perfecta, como ejemplo callado del discurrir por el camino adecuado. Y se quedó. En la quesería, en la miel, y en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario